El investigador Yuming Guo, experto en salud planetaria de la Monash University, en Melbourne, Australia, esta semana publicó cifras concretas que demuestran la preocupante extensión del problema de la contaminación atmosférica a nivel mundial hasta el punto de que, según su investigación publicada en The Lancet Planetary Health, sólo el 0,18% de la superficie terrestre global está expuesta a niveles de contaminación que están por debajo del límite que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera seguro.

Este revelador estudio se ha centrado en las llamadas partículas en suspensión PM 2.5 pues se consideran las más perjudiciales dentro de la variedad de sustancias que contaminan el aire; entre ellas se encuentra: el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el ozono y el monóxido de carbono.
Las anteriores son partículas con un diámetro menor o igual a 2.5 micrómetros y son una mezcla de sustancias químicas, polvo, hollín o metales que pueden provenir de la quema de combustibles fósiles y otras actividades antropogénicas.

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